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Los artistas Costanza De Rogatis, Pepe López y Raquel Soffer
exponen sus propuestas en tres individuales
Tres muestras individuales – Aquí (Despliegue) de Costanza De Rogatis, Carta de Colores de Pepe López y Caracas ciudad amalgama de Raquel Soffer– conforman el nuevo proyecto expositivo de BEATRIZ GIL galería, que será inaugurado al publico en general el domingo 24 de marzo a las 11 am.
Aquí (Despliegue) de la artista Costanza De Rogatis, ocupa la Sala 1 con un conjunto de obras referidas al cuerpo femenino, que bajo la curaduría de Aixa Sánchez, exhiben una nueva instancia dentro de una línea de trabajo que la artista ha venido desarrollando en distintas etapas, plataformas y espacios.
Según indica la curadora en el texto que acompaña la muestra, “esta exhibición representa el movimiento expansivo de unos cuerpos –el suyo y el de su obra– que se afirman en el espacio. En este despliegue advertimos la exploración, desde la fotografía, de las (im)posibilidades de su mirada frente a las exigencias físicas a las que somete a su cuerpo para la realización de sus tomas, la talla de volúmenes con la luz, las oscilaciones entre el ocultamiento y la sobre-exposición, el reconocimiento del cuerpo propio como espacio emocional y físicamente sensible, y un tránsito decidido y consciente por la herencia de una tradición fotográfica que ha hecho de la investigación sobre el cuerpo un género”.
Por su parte, la muestra Carta de Colores exhibe en la Sala 3 la obra más reciente del artista Pepe López bajo la curaduría de Ruth Auerbach, quien define este trabajo como “un paréntesis orientado hacia la exploración que, desde hace mas de una década ha desarrollado el artista a partir de materiales comunes y utilitarios desnaturalizados de su entorno, para crear a partir de ellos una diversificada propuesta de geometrías blandas y desechables cargadas de referencias culturales que denotan las contradicciones sociales entre lo natural, postindustrial y lo artificial”.
Continuando con su propuesta creativa Pepe López parte del reiterado acopio de bolsas plásticas para recrearse en un ejercicio de indagación formal, “en el cual, color y materia describen un inventario, catálogo o tabla de colores particular, sin otras connotaciones que las que el espectador perciba en este trayecto o práctica acumulativa”, según describe la curadora Ruth Auerbach.
De acuerdo a Auerbach, “el resultado de este registro se configura en planos monocromáticos de fascinantes opciones tonales y, en nuevos planteamientos de una abstracción geométrica contemporánea, derivada de la superposición de campos de color. En ellos, la rigidez de un formato normalizado y de una producción artesanal elaborada a través de medios extra pictóricos, es quebrantada y compensada por sutiles calidades de texturas y transparencias, en la delicadeza de una belleza minimal que trasciende el material en contextos cambiantes para convertirse en metáforas urbanas”.
La exposición Caracas ciudad amalgama de Raquel Soffer, se presenta en la Sala 2 con un discurso visual que revela el tránsito de la artista por los espacios de la metrópolis y las tecnologías digitales, utilizando fotografía, video y computación gráfica como medios para la investigación, según expresa el investigador Humberto Valdivieso.
Para esta individual, que cuenta con la museografía de Ruth Auerbach y Aixa Sánchez, Soffer toma elementos del imaginario caraqueño, como balaustradas, arcos de medio punto, colores y retículas, presentes desde la Colonia hasta nuestros días y los recodifica, tal y como lo explica Valdivieso en su texto. La artista comenta: los elementos constantes en diferentes sectores de la ciudad, hablan del mestizaje y de la movilidad social, y generalmente pasan desapercibidos.
Valdivieso también expresa: “Los elementos integrados al interior de este proyecto asoman una verdad irrefutable: Caracas es un mito. La artista lo manifiesta tejiendo ―metaforizando― ciertos elementos donde descansa la atemporalidad de la urbe. Y es que esta ciudad es, sin duda, un cúmulo de relatos inconclusos escritos por la ingenuidad y la demagogia. De ahí el inexorable mestizaje racial, estructural y simbólico que muchas veces es apreciado como caos o desorden”.